AFASIA

El término afasia ha sido objeto de múltiples consideraciones a través de la historia; sin embargo, un clara definición de la misma es la dada por Álvarez (2008) quien dicta que la afasia es un trastorno del lenguaje que se caracteriza por la pérdida total o parcial de la capacidad de comprender o utilizar el lenguaje ya formado, lo cual está dado por una dificultad de carácter sensorial o motriz, y que tiene como causa una alteración o lesión orgánica a nivel cortical en las áreas correspondientes a los analizadores auditivo-verbal y verbo- motriz.
Si bien esta definición es una contextualización general, en el presente trabajo la concepción específica es la dada por Luria (1947), quien define afasia como la alteración del lenguaje producto de un daño en los centros corticales específicos. Habla también del “defecto primario” señalando que los síndromes específicos son el resultado de de la alteración de dichos centros, concluyendo así, que la afasia altera toda la esfera psíquica del hombre.
La afasia semántica se conoce como aquella alteración a nivel cerebral que compromete las área de la Broca y de Wernicke, siendo esta última la más comprometida,  las cuales están relacionadas con el proceso de producción y comprensión del lenguaje (Llisterri, 2012) La afasia semántica está directamente relacionada con la compresión de palabras de manera oral y escrita. Su severidad puede ser mayor de acuerdo a la categoría gramatical (Muñoz, Blázquez, Gonzáles, Galparsoro, González, Lubrini, Periánez et al, 2009)
En la afasia semántica  se ven alteradas las estructuras lógico-gramáticas complejas, infiriendo así una dificultad en las actividades que requieren de análisis y síntesis espaciales simultáneas. Por ejemplo: cálculo, lecto-escritura y dificultades verbales.

Como se puede evidenciar, este tipo de afasia es extremadamente rara y es por eso que esta investigación se centró en uno de estos atípicos casos.